El 2 de enero de 1931 un movimiento nacionalista cambió el rumbo de Panama
Fue un grupo de jóvenes panameños de los 20 del siglo XX, los que al regresar, graduados en las más variadas ramas del saber, empezaron a visualizar la enorme corrupción en la cual habían caído desde años atrás casi todos los partidos políticos que alcanzaban el poder.
También aquellos muchachos se percataron de cómo las principales instituciones panameñas, tales como las de educación, la salud, las finanzas, la fuerza pública y las encargadas de las variadas construcciones oficiales, eran dirigidas por personajes del exterior, en su mayoría estadounidenses.
Y fue casualmente la gota que derramó el vaso, unas declaraciones consignadas en un informe redactado por el ingeniero R.K. West, y dirigido a la recién conformada Junta Central de Caminos, en donde aseguraba que en este país no existían ingenieros, ni otros técnicos capaces de iniciar los trabajos de la red de carreteras que se empezarían a construir.
Entonces, en conversaciones frecuentes los jóvenes graduados empezaron a pensar que ya era hora de crear un movimiento de protesta de acciones concretas.
El 22 de agosto de 1923, el odontólogo Ramón Mora ya era presidente de la Asociación conocida como Acción Comunal, y enunciaba junto con José María Pinilla y Tomás Guardia las cinco ideas básicas sobre las cuales se irían a trabajar: la defensa de los intereses nacionales, el amor a la patria, la búsqueda del progreso, el enaltecimiento de los panameños y la ausencia de toda discriminación por sexo, religión o color de la piel.
El nombre de Acción Comunal se debe a Víctor Florencia Goytía, uno de los ideólogos y primeros organizadores del grupo. Goytía no estuvo de acuerdo, por la sangre de panameños que se hubiera podido derramar, con la toma de la presidencia y el derrocamiento del primer mandatario, Florencio Harmodio Arosemena, sucesos que se llevaron a cabo después.
En sus inicios Acción Comunal actuaba como una sociedad secreta debido a la persecución oficial a sus miembros. Tenían formas exclusivas de saludarse e identificarse. Además de un himno con música compuesta por Ricardo Fábrega y letra del periodista Ignacio de Jesús Valdés, más un periódico que llegó a alcanzar las tres mil ediciones cada vez que aparecía.
La primera reunión de Acción Comunal se llevó a cabo el domingo 19 de agosto de 1925 a las 9 de la mañana en el consultorio odontológico privado del Dr. Ramón F. Mora, situado en la calle Victoriano Lorenzo, ubicada entre las calles 10 y once del barrio de San Felipe, cercano a la Plaza de Herrera.
Otra particularidad más del grupo era que cuando alguien se inscribía, al lado de su firma plasmaba con su sangre sus huellas digitales.
El 2 de enero de 1931 en horas de la madrugada se inició la toma del Palacio de las Garzas y el derrocamiento del presidente Arosemena. Hombre poco hábil en política y quien paradójicamente acababa de firmar el decreto que creaba la Contraloría General de la Nación, entidad que desde entonces, como su nombre lo indica, controla la forma cómo se utilizan los fondos económicos de la república.
Pero volviendo atrás, previa toma de los cuarteles de la Policía en la Plaza de Arango y en las Sabanas, vino la del palacio.
Como resultado de todo lo anterior, hubo siete muertos por el lado de las fuerzas del gobierno y dos por el bando de Acción Comunal, el cual también perdió su vida propia al ser invadida por el virus del poder, la ambición, la politiquería y todo lo malo en vez de lo sano que de aquel puro movimiento en sus principios se hubiera podido obtener.
viernes, 1 de agosto de 2008
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